En la escala de constantes series y películas de superhéroes (aún prioritariamente masculinos) que vivimos, nos hemos encontrado con mucha alegría a una superheroína que hace que muchas nos identifiquemos, si no con el personaje con su historia. Jessica Jones nos sitúa en una experiencia personal y social muy concreta: vivir después de una relación de maltrato. Esto hace que, aunque a algunas les pueda parecer el inicio de la serie un poco pesado, merezca la pena acabarla, y a otras muchas hace que nos haya enganchado desde el minuto uno.
El peculiar supervillano de la serie, Kilgrave, posee poderes de control mental y, mediante ellos, mantuvo una relación de meses con Jessica. Es ésta la relación que marca el carácter del personaje y enfrentarse a él es el desarrollo de los capítulos.
En una serie en la que todos los personajes principales son mujeres, generándose entre ellas profundas relaciones de sororidad, Jessica nos representa el antes y después de una relación de maltrato, así como el aislamiento, la duda constante del entorno a creer aquello que no se ve, la culpa y el miedo a quedar expuesta.
El aislamiento que siente una mujer maltratada va mucho más allá de sentir constantemente la incomprensión de quienes les rodea. Se relaciona directamente con la manipulación que el maltratador hace de su entorno, en un constante juego entre lo que se ve y lo que no se ve. Qué no se ve: la manipulación, aquello que pasa en el ámbito privado, la violencia simbólica constante. Qué se ve: un caballero mentalmente estable; una mujer en constante tensión, cambios, con una identidad y unas relaciones fragmentadas a golpe de un martillo invisible. Tomando decisiones y llevando acabo actos con los que no te reconoces, fruto de una presión constante que te ahoga. De ahí deriva la culpa, la conciencia de ser responsables de tus actos y, aunque puedas difícilmente asumir que estos actos han sido provocados, siempre la duda sobre si podrías haber hecho más (o algo) para evitarlo. Y no sólo eso, sino el miedo a que se sepa tu historia, a verte expuesta, porque es lo mismo que si te vieran por dentro. Es exponer tus intimidades, tus vulnerabilidades y tener que dar explicaciones constantes de cosas que quizá ni tú misma puedes explicar.
En medio de este maremágnum, Jessica se enfrenta a Killgrave a pesar de verse sobrepasada: por ella, por todas las que han pasado lo mismo que ella y las que podrían pasar lo mismo.
Jessica Jones nos legitima: ser una mujer fuerte no es garantía de no tener una relación de maltrato, por lo que haber vivido una relación de maltrato no te hace débil. Ante la incredulidad de Kilgrave cuando Jessica le recrimina haberla violado constantemente, incredulidad fruto de que ella nunca le dijera “no”, Jessica le reprocha: “violaste cada pensamiento de mi mente”. No poder decir no en el momento ni te culpa ni le exime de su responsabilidad, no poder defenderse de una manera activa en el momento no te culpa, ni le exime, ni se contradice con que empieces a defenderte ahora. Defiende tu espacio (como también se ve no sólo por parte de Jessica sino también por parte de Trish), defiende nuestro espacio, y cuídate.